Hoy fui al supermercado (de esos que no son de chinos y tienen nombre conocido) a hacer la compra de la ¿semana?, lo que se podría resumir como pasear con el carrito sin saber donde ir, chocándome con la gente y olvidándome de pedir disculpas, recibiendo golpes por todos los frentes mientras permanecía inmutable, con la mirada perdida, tratando de pensar que carajo comprar además de fideos, mientras metía arroz, latas de las que se abren fácil, (no importa con que adentro, pero que se abran fácil por favor) quesos, aceite de oliva y alguna que otra fruta que sé perfectamente que se va a pudrir en la heladera, (también fideos de distintos tipos y tamaños y formas, para asegurar mi subsistencia si todo lo demás no funciona)
En el supermercado hay familias, no estoy acostumbrada a ver familias comprar, yo compro en el chino de a la vuelta y al chino de a la vuelta definitivamente no van familias, vamos los que estamos por fuera de todo el asunto familiar, los que no hacemos listitas ni miramos compulsivamente informes nutricionales o fechas de vencimiento, vamos los que deambulamos, sin saber bien que queremos, como esperando sorprendernos, como esperando inspiración divina.
Hoy en el super los "padres de familia" caminaban altaneros, esbozando pequeñas sonrisitas al confirmar que Lucchetti sigue siendo "la pasta de mamá", felices de no saber distinguir entre detergente para ropa y el de platos, evitando guardar los productos en las bolsitas porque ellos no saben "que va con que". Hoy en el super el patriarcado me escupió en la cara.
En el supermercado hay familias, no estoy acostumbrada a ver familias comprar, yo compro en el chino de a la vuelta y al chino de a la vuelta definitivamente no van familias, vamos los que estamos por fuera de todo el asunto familiar, los que no hacemos listitas ni miramos compulsivamente informes nutricionales o fechas de vencimiento, vamos los que deambulamos, sin saber bien que queremos, como esperando sorprendernos, como esperando inspiración divina.
Hoy en el super los "padres de familia" caminaban altaneros, esbozando pequeñas sonrisitas al confirmar que Lucchetti sigue siendo "la pasta de mamá", felices de no saber distinguir entre detergente para ropa y el de platos, evitando guardar los productos en las bolsitas porque ellos no saben "que va con que". Hoy en el super el patriarcado me escupió en la cara.
