El presente es el auto pasando por la avenida mientras yo cierro los ojos y lo escucho, el presente soy yo semidesnuda en la cama, con flores en los ojos escribiendo sobre el auto que pasó por la avenida hace unos instantes y que ahora esta lejos y que dificilmente vuelva a escuchar pasar.
Quisiera estar en la terraza pero perdí la llave, quisiera estar en la terraza pero primero debería vestirme, por lo pronto voy a imaginar como sería estar en la terraza en este instante de viento y de sol, dije viento, debería ponerme un saquito, no se que habré hecho con mi saquito turquesa, tambien podría hacerme un cafe con leche y llevar el libro de Kafka y una sillita, o tal vez puedo no llevar nada y simplemente limitarme a dar vueltas, miles de vueltas sobre mi eje hasta marearme y ver toda la ciudad desparramada y confusa desde mis ojos rebalsados que no saben donde están, que no saben si es Buenos Aires, Rosario, Praga, El Cairo... o tal vez sea el paraíso y yo ni cuenta. Puedo sentir el vertigo después de tanto girar y girar, me acuerdo de algo gracioso y me empiezo a reír, me estoy riendo, me tiro al piso boca arriba, miro las nubes y las nubes me miran a mi, nunca fui buena encontrando formas en las nubes, pienso, nunca fui buena encontrandole la forma a nada, me hubiera gustado estar un rato antes para ver el auto pasar por la avenida, ahora no puedo dejar de pensar en ese auto, me miro las uñas azules, me pregunto si el auto también será azul, ahora pasa un avion, que lindo sería estar en ese avion que seguro va a Paris o a Bruselas o a alguna ciudad igual de interesante, si estuviera en ese avion veria toda la ciudad y el rio mientras una azafata re linda me convida quesitos adler con jugo de naranja y yo le pregunto que peli van a poner a la noche.


