El otoño es azul,
huele a jazmín mezclado con pasto,
se siente como mil ovillos de lana,
tiene gustito a infancia
y a melancolía
Detrás de cada día y de cada noche, detrás de lo cotidiano
(está oscuro, tengo los pies congelados, tengo un nudo en mi garganta, tengo a Jesús en la repiza)
vive también la alegría
más elemental
viven las sombras de los hijos que vendrán
viven las luces de mi ciudad, dentro mio.
El otoño trae calma
a éste pedacito de tierra,
y lo importante vuelve a ser importante,
y nacen más flores que en primavera,
y me descubro sonriendo sin motivos
o llorando en la cocina
y mis lágrimas son más saladas.
En otoño la muerte está más cerca,
pero la vida es más mía que nunca.
Detrás de cada puerta,
está alerta mi pueblo,
y ya nadie podrá
silenciar su canción...
silenciar su canción...
y mañana también cantará
Ramas de humo en tu jardin, ven que yo sere tu infante,
cristo hermano de metal, ven y pelea por tu parte hasta que caiga el cielo,
puedes vestir mi ropa y sufrir desolacion,
y matarme con sangre de la guerra que quiere tocarte, tocarme.
cristo hermano de metal, ven y pelea por tu parte hasta que caiga el cielo,
puedes vestir mi ropa y sufrir desolacion,
y matarme con sangre de la guerra que quiere tocarte, tocarme.
- Qué tristeza da a ésta hora, ¿por qué será?
- Es la melancolía de la tarde que va oscureciendo, Nidia. Lo mejor es ponerse a hacer algo, y estar muy ocupada a esa hora. Ya después a la noche es otra cosa, se va esa sensación.
Nena, diez y nueve, son tus años, y tu colección...