Ella, entre todos ustedes, apretada , conocedora de lo implícito, ya quisiera, justamente ella, inclinar la cabeza y rendirse ante la noche, abandonar éste mundo antes de lo acordado, tan desnuda como alguna vez llegó a él, sosteniendo las flores que florecieron a su paso, agradeciendo el viaje mientras la lengua se traba por tantas palabras que fracasan y se pierden en el aire ,en ese aire tan espeso,que se convirtió en la escencia de mis mañanas, quién pudiera atravesar la niebla, y a todos los incrédulos, desconfiados de éste mundo y de sus maravillas, permítanme decirles, ella puede atravesar la niebla sin un pestañeo más de lo acordado, y cuando por fin esté del otro lado, cuando despierte sobre el pasto humedo y recuerde cómo llego allí, y se deleite repitiendo cada segundo en su mente, y el universo espere su sonrisa y solo luego de que ella sonría retome su curso, ahí sabrán que no me equivoco.