mañana tóxica día inundado tarde sepia
cerebro oprimido cuerpo cansado reconciliaciones silenciosas
Abandoné las sombras,
las espesas paredes,
los ruidos familiares,
la amistad de los libros,
el tabaco, las plumas,
los secos cielorrasos,
para salir volando,
desesperadamente
las espesas paredes,
los ruidos familiares,
la amistad de los libros,
el tabaco, las plumas,
los secos cielorrasos,
para salir volando,
desesperadamente
(...)
Ya no existía nada,
la nada estaba ausente,
ni oscuridad, ni lumbre,
-ni unas manos celestes-
ni vida, ni destino,
ni misterio, ni muerte,
pero seguía volando,
desesperadamente.
la nada estaba ausente,
ni oscuridad, ni lumbre,
-ni unas manos celestes-
ni vida, ni destino,
ni misterio, ni muerte,
pero seguía volando,
desesperadamente.
O. G.
gimme gimme gimme