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La luz del baño quedó prendida, yo miro desde la oscuridad, acostada, la luz se refleja en la puerta de la cocina, ilumina la foto que está colgada en la pared, somos mi hermano, mi papá y yo, hace 15 años o algo así, pienso en como cambiaron las cosas desde ese entonces.
Lo escucho a Luca cantarle a la people of Babylon, cuelgo un rato mirando iconitos de internet que se mueven, mientras pienso en lo aburridos que son los lapsus de tiempo (y espacio y todo lo demás) en los que no me gusta nadie, mientras defino si lo que quiero es otro cafe, o cambiar la música, si probarme ropa o leer o limpiar o si quiero abrir la puerta para ir a jugar.
Hoy vi una peli argentina, sobre unos pibes que se hacen amigos y después se enamoran, en una Buenos Aires de barrio, de domingos, silenciosa, fantasmal, desprolija, de terrazas despintadas y pasillos interminables, de cielos grises y celestes y de otros colores también, de ladridos de perros y retazos de conversaciones ajenas, de olor a porro y de recuerdos de la infancia, en una Buenos Aires filmada con la cámara en la mano, sin turistas ni oficinas, donde el amor surge de a poquito, de manera imperceptible, donde todo lo de afuera es también todo lo de adentro... la pelicula se llama "Plan B", si a alguien le interesa.
La luz del baño quedó prendida, yo miro desde la oscuridad, acostada, la luz se refleja en la puerta de la cocina, ilumina la foto que está colgada en la pared, somos mi hermano, mi papá y yo, hace 15 años o algo así, pienso en como cambiaron las cosas desde ese entonces.
Lo escucho a Luca cantarle a la people of Babylon, cuelgo un rato mirando iconitos de internet que se mueven, mientras pienso en lo aburridos que son los lapsus de tiempo (y espacio y todo lo demás) en los que no me gusta nadie, mientras defino si lo que quiero es otro cafe, o cambiar la música, si probarme ropa o leer o limpiar o si quiero abrir la puerta para ir a jugar.
Hoy vi una peli argentina, sobre unos pibes que se hacen amigos y después se enamoran, en una Buenos Aires de barrio, de domingos, silenciosa, fantasmal, desprolija, de terrazas despintadas y pasillos interminables, de cielos grises y celestes y de otros colores también, de ladridos de perros y retazos de conversaciones ajenas, de olor a porro y de recuerdos de la infancia, en una Buenos Aires filmada con la cámara en la mano, sin turistas ni oficinas, donde el amor surge de a poquito, de manera imperceptible, donde todo lo de afuera es también todo lo de adentro... la pelicula se llama "Plan B", si a alguien le interesa.
